Fco. Javier Vázquez Matilla
Doctor en Derecho. Abogado/Consultor en contratación pública
No quería dejar de escribir aquí, en este blog del Despacho donde hablamos de tantos aspectos relacionados con el ámbito del Derecho Administrativo, unas líneas para expresar mi más profundo agradecimiento por el VII Premio Alumni Distinguido que el pasado 8 de noviembre, en acto institucional me entregó la Universidad Pública de Navarra.
«Quiero agradecer a la Universidad Pública de Navarra, a mi Maestro, Martin Razquin Lizarraga, y a todas las personas que han hecho posible que recorra este camino, a todas aquellas que gracias a los retos que me han puesto y a las ilusiones que me han infundido han conseguido sacar la pasión por la compra pública; pero también gracias a aquellas personas y situaciones complicadas que también hacen de nosotros lo que hoy somos»
Están son algunas de las palabras que pronuncié en el discurso de agradecimiento y que hoy, al escribir este post me vienen a la mente al rememorar el entrañable acto de entrega de la distinción a la trayectoria personal y profesional a través del VII Premio Alumni por parte de la UPNA.
El trato que todo el personal de la Universidad: desde Rectorado, Gerente, integrantes del jurado y organizadores del acto -quiero mencionar especialmente al personal de Protocolo por su magnífica labor y magnífico trato-, y sin olvidar al cuarteto de cuerda que amenizó el acto y que casualmente fue mi profesor de violín, ha sido excepcional y me han hecho sentir que he formado y formo parte de una Gran Universidad.
Y es que recibir en una universidad como la Universidad Pública de Navarra un premio así es muy emotivo y me ha dado más fuerza aún si cabe para seguir esforzándome y avanzar con las bases que ahí me inculcaron.
Para mi, es un premio que creo simboliza que es posible Innovar con el Derecho y que aunque a veces es necesaria una motivación extra, el esfuerzo puede traer como recompensa además de la satisfacción por lo que uno hace, el reconocimiento y sobre todo tratar de generar con tu trabajo un cambio.
Con estas palabras el Rector de la UPNA D. Ramón Gonzalo García hace público que se me otorga el VII Premio Alumni DIstinguido:
Y este es el discurso que pronuncié para mostrar mi agradecimiento por tan distinguido honor:
Uno de los aspectos que quise transmitir en mi discurso es la importante labor o el papel de esta Universidad Pública en cada uno de sus alumnos o alumnas: “Aprender a advertir que existen necesidades, capacitar para que haya personas que las solucionen y estimular para innovar todas juntas con las herramientas que nos habéis dado. Solos no somos nada, cada carrera no es más o menos relevante. Nos encontramos ante un ecosistema en que todos los elementos son necesarios para su desarrollo correcto.
La gran virtud de la Universidad Pública de Navarra es justo esa: hacer ver a los alumnos y alumnas que existen necesidades, dificultades; que el mundo no es idílico: no empieza y acaba en uno mismo sino que existe una realidad compleja para la que hay que estar dispuesto a trabajar, a contar con conocimientos y fuerza suficiente para buscar soluciones.
El rol que el Derecho debe jugar no es estático, no es algo desfasado. El derecho no lo podemos representar ya con libros obsoletos en la estantería, el Derecho es algo dinámico, actual. Debe servir de catalizador y orientador de las necesidades de la sociedad. Debe ser una herramienta creativa que sirva, por ejemplo, para traccionar proyectos innovadores, al servicio de las personas.
Hay materias en las que es necesario generar una regulación pero no como freno sino para promoverlas y ordenarlas sino nunca podrán desarrollarse. Precisamente, hay una frase que últimamente me viene a la cabeza: y es que no puede verse el Derecho como un freno de mano que impide al coche moverse, como un sinónimo de trámites innecesarios y limitaciones, algo a evitar aplicar.
Cuidado porque, hay muchas personas que lo entienden así y que lo viven así. El Poder de los perfiles jurídicos no radica en decir que No sino en generar soluciones, posibilidades, aunque a veces parezca que no existen.
Creo que la capacitación no solo debe ser Jurídica sino que cada vez pienso que es necesario trabajar otras capacidades: emocionales, relacionales. Ojalá, por ejemplo, este premio ayude a muchos empleados públicos que han perdido la ilusión y que incluso temen innovar o ser creativos. Se vive mejor pasando desapercibido, sin innovar y sin querer crecer. Necesitamos que desde la Universidad se fomenté abandonar el “Siempre se ha hecho así” frente a pensar que es posible hacer las cosas de otro modo para obtener resultados distintos.
Es verdad que a veces el Derecho tiene que ser el freno. Un coche sin frenos no puede circular. Se estrella. Pero también es verdad que el Derecho puede ser dirección, puede ser estímulo.
Además, no olvidemos que la profesionalización no acaba con la titulación, debe continuar. La búsqueda de soluciones requiere de la Academia, requiere de estudio. Un estudio orientado a la realidad, a la práctica.
En fin, gracias a la Universidad por creer que merezco esta distinción. Lejos de tomarla como un fin, insisto en que con la mejor disposición trataré de seguir mejorando cada día en cada cosa que haga con todo el esfuerzo posible y la mejor de las intenciones”.
Gracias también a los medios de comunicación. Especialmente a Diario de Navarra, Diario de Noticias y Pamplona Actual que se hicieron importante eco del Premio de forma que para el recuerdo quedarán la contraportada (DN), y la bonita entrevista de Diario de Noticias y la siempre buena atención de Pamplona Actual.
GRACIAS.
