El cese de la erupción dio paso al balance final de daños que asciende a 842,33 millones de euros. 2.988 edificaciones han resultado destruidas y 1.219 hectáreas arrasadas -entre ellas: centros de salud, colegios, instalaciones deportivas, industrias, viviendas, plantaciones plataneras, etc- Se alcanzó una temperatura máxima de 1140ºC y se produjeron 9.090 seísmos localizados.
Cifras que cuantifican los daños materiales, pero que es imposible que expresen lo vivido por las personas damnificadas.
Concretamente, el destino de la aportación que ya hemos realizado irá dirigida a las personas afectadas que han perdido su hogar y sus puestos de trabajo.
Cruz roja lleva actuando en las zonas afectadas por el volcán desde el primer momento. Desde el 19 de septiembre, la institución lleva invertido unos 2,2 millones de euros en todo el operativo que se centra fundamentalmente en una atención directa a la población: ha distribuido 9.245 ayudas económicas, ha realizado 11.707 intervenciones a nivel social, que se corresponde con 4.459 unidades familiares diferentes. Se han repartido 4.135 paquetes de productos de primera necesidad además de 1.500 lotes de navidad y 571 juguetes a menores afectados. Ha repartido diferentes materiales de protección frente a los gases y la ceniza provenientes del volcán así como realizar labores de limpieza y extracción de ceniza.
Pero su atención se centra en todos los ámbitos de la persona, también el emocional. Su labor en este campo es fundamental para superar la tragedia. Cruz Roja presta apoyo emocional y atención psicológica a las personas afectadas por la erupción, de forma presencial y telefónica, ha creado un espacio específico para la atención de los más jóvenes iniciando el proyecto ‘Sonrisas Libres‘, un espacio destinado al entretenimiento y disfrute de actividades culturales y de ocio para niños y jóvenes de 6 a 30 años.
Un mes y nueve días después del cese de la erupción el vulcanólogo del Instituto Gegráfico Nacional, Stavros Meletlidis, señala que la zona afectada:
«es como si se tratara de otro planeta, la ausencia de cualquier ser vivo, flora y fauna hacen que se asemeje a la Luna. Es muy difícil que con las temperaturas tan altas y los gases pueda crecer algo alrededor, no se ve nada de vegetación y no se verá en un tiempo».
(En su perfil de twitter podéis ver el estado actual de la zona)
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Fuentes de los datos de este artículo: Gobierno de Canarias, Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca), Instituto Gegráfico Nacional y Cruz Roja La Palma.